miércoles

EL VOTO DEL ORIENTE Y DE LOS BOLIVIANOS NO CUENTA PARA SAMUEL



Por: Centa Rek, candidata a segunda senadora por PPB-Convergencia Nacional

Anoche, por una amable invitación del programa “No Mentirás”, tuve la oportunidad de conversar con el candidato por Unidad Nacional, Samuel Doria Medina. La entrevista fue en verdad muy interesante y esclarecedora pues los planteos del candidato de Unidad Nacional (UN) nos permitieron observar que Samuel y su tienda política se están manejando con consignas, en la intentona terminal de una estrategia póstuma para tratar de reflotar su candidatura ya venida a menos en la presente gesta eleccionaria.

No intento ser mordaz, sino hablar con la razón y la lógica que parece faltarle al candidato de UN cuando asevera que él podría llegar a una segunda vuelta si Manfred Reyes Villa, candidato por Convergencia Nacional, depone su candidatura.

Esta es la mayor falacia que he escuchado, pues Convergencia es la primera fuerza política de oposición habiendo capitalizado hasta el momento alrededor del 30% de la intención de voto del electorado nacional y se ha constituido en la primera fuerza -ganadora- en tres departamentos del Oriente boliviano, a saber Beni, Pando y Santa Cruz, mientras que es la primera fuerza opositora en Chuquisaca, Tarija y Cochabamba.

Samuel Doria Medina incurre en un silogismo similar a aquel que reza: la lima es una fruta, la lima es un instrumento que sirve para acerrar, por lo tanto, las frutas sirven para acerrar. El pensamiento silogístico induce premeditadamente a un razonamiento confuso y una conclusión falsa, que pretende ser veraz a pesar de su falsedad.

Esto es exactamente lo que ocurre cuando Samuel dice que él es el candidato porque no tiene negativos frente a la opinión, sin considerar que estas condiciones no definen para nada una candidatura porque muestran más bien una falta total de liderazgo, puesto que la gente lo define como que no es sal ni agua y que en su paso por el gobierno anterior precisamente no ha demostrado ninguna conducta de lucha ni de planteamientos que habrían podido catapultarlo como un líder que justamente crece en el contrapeso de una verdadera oposición. Por lo tanto Samuel ha quedado en la memoria de la gente como alguien que se acomoda, que es funcional y que no lucha por causas, que se pone en el lugar que menos incomoda para desde allí poder hacer algunos negocios en lugar de hacer política.

Por otro lado el silogismo persiste en su pedido de que Manfred Reyes Villa que goza del 30 % de preferencias deponga su candidatura frente a él que sólo tiene el 10 por ciento de prefererncias. Esta es por cierto una estrategia póstuma pues busca que quien está arriba en las encuestas le deje el lugar haciendo uso de la falsa inferencia de que si el que está mejor se va, entonces sólo queda él como opción, lo que en realidad no se constituiría en una opción sino en una imposición al pueblo de Bolivia, para que voten por él porque no quedaría otra, porque no habría otra elección y esta es la trampa y la falacia más burda dentro de las terminales grotescas de su proposición indecente e indecorosa.

La falacia de este razonamiento llega al extremo de plantear y recalcar de manera ex profesa que él es el candidato del Occidente, que allí ha llegado a captar votos frente al Mas, situación que además de ser completamente falsa, porque si miramos con detenimiento a las encuestas tiene apenas un escaso 12% en La Paz y un mísero 8% en Oruro, lo que indica que no arrancó más que algunos suspiros espaciados de estas poblaciones. Luego continúa exprimiendo su posición occidentalista al límite del ex abrupto y el absurdo porque se atreve a decirnos que sólo el Occidente es importante y que en esta medida él es el candidato porque en Occidente lo aprueban.

Entonces siguiendo este pensamiento silogístico propio de la psicosis, problemática en la que se pretende imponer una realidad delirante y personal a los demás, Samuel plantea que si Manfred y convergencia se fueran, el Oriente tendría obligadamente que votar por él, porque lógicamente quedaría sin opción de hacer una verdadera elección y tendría que votar por él antes que votar por Evo en la medida que según estos cálculos Evo sería más resistido que él que es resistido también por las acciones que tomó en la Asamblea Constituyente y los pactos que hizo durante la gestión de gobierno de Evo Morales y que desfavorecieron a la democracia y a la visión productiva y autonomista que plantean los orientales de cara al país, considerando este proceso como verdaderamente revolucionario pues cambiaría las añejadas estructuras centralistas y daría un respiro de distribución del poder y de recursos.

Doria Medina, anoche se develó de cuerpo entero centralista recalcitrante, nos mostró que en esta concepción el Oriente no tiene derecho a elegir ni a tener una opción por una visión país, ni por una tienda política, ni por un candidato. Lo encontré brutal, desconsiderado, insensible en esa aparente mansedumbre o actitud de no mostrarse ni sal ni agua, porque su planteo y por ende el de sus seguidores implica decir que los cambas somos un rebaño, que no existimos como seres capaces de tener la libertad de elegir, que hay que ponernos nomás la opción mala dentro de las más malas y esa es la que tienen que aceptar.

Cuando pienso en esto y sumo los espejitos (promesas de traer el Miss Universo) con los que nos devalúan en nuestra capacidad de seres libres e inteligentes, siento una profunda pena por estos caudillos de la oligarquía decadente que ahora se ha aliado al Mas por cálculo inmediatista y que ha convencido a un grupo de alfiles de la oligarquía y la dirigencia cruceña para que los apoyen y los ayuden a ir en contra de la libertad y el derecho de los pueblos para tener sus propios representantes, aquellos que ellos sienten que encarnan sus ideales y la visión de país autonomista por la que vienen luchando para toda Bolivia.

Qué equivocados e irrespetuosos son estos señores que fungen de opositores y están en realidad haciéndole el tremendo favor a Evo de tratar de barrer con la única oposición que no es funcional y que por eso crece y crece en las opciones y elecciones ciudadanas.

Convergencia no se rinde ni se rendirá y que se rinda la abuela de los que no creen en la libertad de elegir sin mañas y recovecos, en los que siguen supurando más de lo mismo, más de la política tradicional, centralista y por ende engañosa y subyugadora de las voluntades populares. Siempre libres seamos. Morir antes que esclavos vivir.

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